Hoy va ha hacer un año que nos abandonaste. Digo que va ha hacer porque el año pasado a estas horas todavía estabas aquí, correteando por toda la casa y jugando con la peque y conmigo, incluso recuerdo que gravé un pequeño vídeo en el que jugabas a esconderte debajo de tu edredón, y nosotras te encontrábamos, cómo nos reímos aquella tarde ajenas a lo que luego te ocurriría.
Sigo recordándote todos los días, ¿cómo olvidarte? Estuviste en mi vida alrededor de 7 años, y eras como un pequeño reflejo de mi misma. Creo que en nuestro caso se cumplía eso de que las mascotas se parecen a sus dueños... Cuántas veces saliste a correr conmigo, a mi lado, incansable, ¡con lo pequeña que eras y lo que aguantabas! Cuántos días de soledad llenaste con tu compañía, sin esperar nada a cambio. Cuando llegó el bebé pensé que tal vez lo llevarías mal, porque siempre estabas detrás y delante de mi y no soportabas que te dejara sola, pero te portaste como una campeona, empezando por el día entero que te tuviste que quedar sola en casa, cuando salimos para el hospital porque ya venía la peque. Cuando papá se pudo escapar para ir a ver cómo estabas, ni si quiera te habías hecho pipí en el suelo, y le esperabas con la misma alegría de siempre.
Tu muerte fue injusta, sigo pensando que yo tuve la culpa, pero sé que esos instantes antes de que se apagara tu vida me perdonaste, o por lo menos eso es lo que quiero creer... Todavía se me saltan las lágrimas cuando recuerdo lo que sucedió esa noche del 28 de noviembre... Fue un instante de descuido y todo se acabó para ti... Lo siento mucho, muchísimo...
Bueno amiga, fuiste una fiel compañera, para mí es y será difícil olvidarte, por eso esta tarde he querido escribirte estas palabras, para que sepas que tu recuerdo sigue estando con nosotros, NUNCA TE OLVIDAREMOS JULIETA!!
Sigo recordándote todos los días, ¿cómo olvidarte? Estuviste en mi vida alrededor de 7 años, y eras como un pequeño reflejo de mi misma. Creo que en nuestro caso se cumplía eso de que las mascotas se parecen a sus dueños... Cuántas veces saliste a correr conmigo, a mi lado, incansable, ¡con lo pequeña que eras y lo que aguantabas! Cuántos días de soledad llenaste con tu compañía, sin esperar nada a cambio. Cuando llegó el bebé pensé que tal vez lo llevarías mal, porque siempre estabas detrás y delante de mi y no soportabas que te dejara sola, pero te portaste como una campeona, empezando por el día entero que te tuviste que quedar sola en casa, cuando salimos para el hospital porque ya venía la peque. Cuando papá se pudo escapar para ir a ver cómo estabas, ni si quiera te habías hecho pipí en el suelo, y le esperabas con la misma alegría de siempre.
Tu muerte fue injusta, sigo pensando que yo tuve la culpa, pero sé que esos instantes antes de que se apagara tu vida me perdonaste, o por lo menos eso es lo que quiero creer... Todavía se me saltan las lágrimas cuando recuerdo lo que sucedió esa noche del 28 de noviembre... Fue un instante de descuido y todo se acabó para ti... Lo siento mucho, muchísimo...
Bueno amiga, fuiste una fiel compañera, para mí es y será difícil olvidarte, por eso esta tarde he querido escribirte estas palabras, para que sepas que tu recuerdo sigue estando con nosotros, NUNCA TE OLVIDAREMOS JULIETA!!